Me llamo Àngels Campà y empecé a interesarme por los fenómenos paranormales a una edad muy temprana. A los 10 o 12 años ya me interesaban temas tan diversos como la presencia de moais en la Isla de Pascua, la vida y (sobre todo) la muerte en el antiguo Egipto y el fenómeno de la reencarnación entre otros. En 1970, no era nada habitual que una niña de esa edad se interesara por estos temas.
Cuando a los 15 años, por
“causalidad”, cayó en mis manos un tarot de Marsella y empecé a "jugar" con él, ocurrió que todo cuanto decía a los que “jugaban” conmigo resultaba ser cierto. Cuando les hablaba de su situación
actual o de su pasado y me preguntaban como lo hacía para indicarles de forma tan clara su estado de ánimo o los procesos que estaban viviendo, yo solo era capaz de responder que era como si alguien
me dictase aquello que debía decir. Mucho tiempo después supe que lo que yo hacía en realidad era
canalizar la información que los guías del consultante querían transmitir a sus pupilos. Por
fortuna, mi familia siempre ha sido capaz de respetar y entender mis "rarezas" y cuando, a los 20 años, anuncié a mis padres que iba a compaginar mi trabajo como maestra de lengua en una escuela
religiosa con una consulta de tarot en casa supieron respetar esa decisión sin cuestionarla. A lo largo de estos años he desarrollado mi propia
técnica de lectura del Tarot y me he especializado en el análisis de procesos de todo tipo (amorosos, laborales, familiares, de crecimiento personal, etc.).
Con los años, mis guías espirituales me han mostrado otros caminos a seguir y durante mis meditaciones me han sido canalizadas diversas fórmulas para la elaboración de elixires de sanación a partir de minerales. También trabajo con ungüentos elaborados a partir de tinturas alcohólicas para las que yo misma recolecto las plantas y que macero personalmente. Este proceso de maceración alcohólica puede durar, en algunos casos, más de un año.
Una de las enseñanzas que me han sido canalizadas es una técnica de restitución de nuestro ADN Energético original. Este ADN energético responde a aquellos objetivos que nos hemos marcado para realizar en nuestra vida actual e incluye todos aquellos aprendizajes que hemos realizado en nuestras vidas anteriores. Nuestro ADN biológico se ha creado en consonancia y siguiendo este patrón energético establecido antes de nuestro nacimiento. La restitución del ADN Energético nos hace más conscientes del camino a seguir, nos permite también ser más objetivos ya que podemos ver nuestros problemas desde una visión exterior. Nos hace también más empáticos ayudándonos así a ser mucho más conscientes de las necesidades de los seres que nos rodean. Mediante la restitución del ADN Energético también se mejora mucho la conexión con nuestros guías espirituales.
Otro de los campos que he desarrollado en los últimos años es el de la simbología y la creación de herramientas de protección y de limpieza energéticas (medallones, escobas, maracas, sonajeros, etc.). Para mi sorpresa algunos de los símbolos que me han sido canalizados y para los que se me ha indicado el significado los he podido encontrar en templos egipcios. Algunos de estos símbolos y herramientas me han permitido realizar verdaderos saltos cuánticos en mi proceso de aprendizaje y de conexión con mis guías.
En la actualidad compagino mi trabajo en el campo energético con mi trabajo como profesora en la Universidad. Mis clases empiezan siempre con unos minutos de meditación con los estudiantes lo cual favorece un clima muy adecuado para el aprendizaje.
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